La dermatología estética tiene distintas armas con las que combatir el paso del tiempo, pero cada día se buscan nuevas técnicas que lleguen al foco del problema: el proceso de envejecimiento de las células de la piel. Es por ello, que el empleo de células madre en el rejuvenecimiento facial es un paso más allá hacia la regeneración de las células cutáneas encargadas de producir colágeno, principal sustancia que compone la piel joven.